jueves, 9 de mayo de 2013

El Fascinante Bugatti del Lago Magiore

Buenos días querido lector.



Los automóviles producidos por Bugatti durante los años 10, 20 y 30 son considerados verdaderas obras de arte por las personas que amamos el automóvil, por su gran elegancia, belleza y estilo.

Durante estas tres décadas los coches producidos en  la localidad francesa de Molsheim por el artista milanés Ettore Bugatti consiguieron múltiples victorias en los más grandes certámenes automovilísticos del momento con pilotos de la talla del gran Tazio Nuvolari, piloto considerado por muchos aficionados entre los que yo me incluyo como el mejor piloto de la historia del Automovilismo.

En los años 40 durante la Segunda Guerra Mundial un bombardeo aéreo destruye la fábrica, el hijo de Ettore Bugatti muere mientras prueba un prototipo y el fundador de la marca entra en una gran depresión a consecuencia de ello, estos males conducen a la marca a un lento camino a la desaparición, pese a estos tiempos difíciles cabe destacar el debut en Formula 1 en el Gran Premio de Francia de 1956 con Maurice Trintignant como piloto.

Mas tarde la compañía desaparece y queda en el olvido hasta 1991, momento en el que es refundada por un entusiasta en Italia iniciando esta nueva era con el precioso EB110, en 1998 la marca regresa a sus orígenes en Francia y es vendida al Grupo Volkswagen principal impulsor del novedoso proyecto radical Bugatti Veyron actual coche más rápido del Mundo, gracias principalmente a su motor W16 que cuenta con la fuerza de dos motores V8 unidos.



Hace pocos años fue descubierto y rescatado en las profundidades de un lago suizo un bello y poco común Bugatti Brescia de 1925.

Según diversas fuentes el vehículo fue propiedad de un hombre de origen polaco que mandó reparar el coche a un taller cercano al lago aquella época, pasó el tiempo y el dueño no apareció para pagar la factura de la reparación ni a recoger tan sublime obra de arte.


Bugatti Brescia de 1925
Cerca de 1936 el mecánico cansado de esperar, en un gesto de venganza, lo tiró al Lago Magiore en Suiza, y allí en el fondo permaneció durante más de 70 años hasta que en 2009 fue descubierto por alguien que decidió sacarlo del fondo.

A principios de 2010 este castigado gran coche salío a subasta en Francia por una cantidad inicial de 80.000 Euros. Una persona pagó por él la poco modesta cantidad de 230.000 con la intención de restaurarlo y exponerlo en los Estados Unidos.





El pago de dicha cantidad de dinero por un coche casi imposible de restaurar nos impresiona a todos, es un coche de gran valor por ser un clásico Bugatti de su época dorada, extraño y de bello diseño, pero este automóvil ha sido víctima de 70 años de corrosión, oxidación y desintegración de muchas de sus piezas bajo el agua, y las que se conservan, resisten muy frágiles, pero a mi parecer, lo más curioso es que le falte la mitad exacta de la carrocería y muchas piezas de un mismo lado del coche.

 Imagen: Se aprecia el lado más afectado, faltan muchas cosas
Difícilmente volverá a ser un deportivo elemento de transporte y velocidad por la extrema dificultad de su restauración, pero demostrado está que un coche de esta belleza natural e interesante historia despierta el interés, la atención, y curiosidad de los aficionados a los coches que lo han visitado en exposiciones de coches clásicos dónde se ha presentado como: ''El coche del fondo del lago'', todas las heridas de guerra y el cartel que tiene resulta exótico. Yo desde luego, lo dejaría como está y lo expondría como decoración.

Saludos.









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